Le pegé otra cachetada y el estaba dispuesto a violarme
cuando llegó otro chico de unos 20 años.
Chico: Vamos, maldito que tenemos que ir a Estándar Bank
Señor: Agh, bueno, vos-señalándome- venís conmigo
Yo empecé a llorar, iba a ser testigo de un asalto. Me
agarró y me subió a una camioneta. Llegamos al banco y a mí me dejaron
encerrada en aquella camioneta. Estaba mirando para todos lados tratando salir,
pero había un problema el conductor estaba adentro y no dejaba de verme
depravadamente. El señor volvió con una gran bolsa y en ese mismo instante
llegó la policía. Agarraron al señor, al chico y al conductor, también a mí.
Nos llevaron a la comisaria y allí había una chica más o menos de mi edad
sentada llorando, al igual que lo hacía yo. Me sentaron junto a ella, la chica
me miró y siguió llorando.
Había pasado aproximadamente una hora, la chica se había
calmado y yo también. Estaba sentada casi quedándome dormida, cuando un oficial
llegó a mi lado.
Oficial: Señorita, necesito que me acompañe
Yo me di vuelta mirando a la chica, ella me miró como
apoyándome. Yo solo asentí y lo seguí. Entramos a una oficina, en donde había
otra oficial. Me sentaron frente a ellos dos.
Oficial 1: Bueno, señorita. Este es su bolso-señalando un
bolso que había en la mesa yo solo asentí- Usted se llama Alexia Fox?
Alexia: Si, señor
Oficial 1: Bueno, usted se ha visto implicada en un robo.
Tiene usted algo que ver con este?
Alexia: No, señor
Oficial 2: Y, cómo es que usted termino en aquella
camioneta?
Alexia: Bueno, señor-estaba nerviosa- Yo estaba yendo a
buscar a una amiga llamada María, que se encontraba en la calle Aromos, estaba
perdida. Y en un momento alguien me tocó el culo, yo sin mirar quién era me di
vuelta y le di una cachetada. Era un señor, robusto, unos 35 años, parecía un
pedófilo. Me miró con ira, me agarró del brazo y me tiró hacia él. Yo trataba
de salir de su agarre, pero me era imposible. Luego estaba a punto de violarme
cuando llego un chico y le dijo algo de un banco. El me agarró y me metió a
aquella camioneta.
Oficial 2: Bueno, nosotros le creemos, pero usted tendrá que
quedarse aquí una semana, hasta que se vea que el señor, al que usted le pegó
es culpable o no. Mientras tanto estará en una celda con otra chica de su edad
que también estuvo implicada en un robo
Me temblaba todo, ¿me tenía que quedar en una cárcel? OMG!
Encima no había avisado a nadie, tenía miedo.
Alexia: Disculpe, señor. Podría hacer una llamada
Oficial 1: Claro, por aquí-me guió al teléfono-
Alexia: Gracias
Marqué el número de Lucio.
--Llamada—
Lucio: Hola?-sonaba desesperado-
Alexia: Hola Lucio-apenas escuche su voz, me largué a
llorar- Escúchame estoy en la comisaria, me dejaran arrestada una semana,
estuve implicada en un robo.
Lucio: ¿Qué?!!!- me dijo atónito-
Alexia: Pero no de la manera que tú piensas- le dije
temblando, con solo imaginarlo- Estoy en la comisaria del centro. Tengo que
colgar
Lucio: Voy ya para allá
--Fin—
Los policías que me habían interrogado, me dijeron que
esperara junto a la chica. Me senté junto a ella y le sonreí, ella me devolvió
el gesto.
Chica: Hola, me llamó Laura
Alexia: Mucho gusto, soy Alexia
Laura: El gusto es mío. Y que haces aquí
Alexia: Bueno, pues estuve “implicada” en un robo y tú?
Laura: También, en un banco
Alexia: Si yo también, espera a vos te llevo o te secuestró
un chico de aproximadamente 20 años
Laura: Si,-me miró sorprendida-
Alexia: Agh-dije con asco- Nos secuestraron personas que
trabajan juntas
Laura: Oh, a ti te secuestró un señor, robusto de unos 35
años?
Alexia: Sip
Laura: Estamos en la misma
Alexia:- tan solo asentí-
Llegó Lucio. Entró habló con la policía de la entrada, quien
señalo hacia mí y la chica. Y él vino corriendo hacia mí.
Lucio: Alexia-me abrazó-
En ese momento apareció uno de los policías que me interrogo
y hablo con mi hermano. Le explicó todo. Lucio asintió y luego me dijo que
vendría mañana junto con mamá y papá a visitarme. No podían hace nada hasta que
pasara la semana. Yo le sonreí triste y él me abrazó me dijo que todo estaría
bien. Lo vi alejarse y despedirse con la mano.
Una policía mujer nos llevo a mí y a Laura a nuestra celda.
Estando ya adentro y solas empezamos a hablar y nos llevamos muy bien. Yo le
conté todo sobre mí y ella a mí. Al siguiente día nos dieron el desayuno. A la
tarde mamá, papá y Lucio vinieron a visitarme. Y a la noche llegó un chico de
pelo rubio, unos ojazos mieles, sonrisa perfecta y buen cuerpo. Se dirigió a
nuestra celda y abrazó a Laura. Cuando terminaron ella me presentó.
Laura: Alexia, él es Justin.
Mi hermano
Viéndolos juntos eran iguales, el me sonrió y me tendió la
mano. Yo sonreí y me acosté mientras ellos hablaban. Después también me uní a
la conversación. Cuando se fue, Laura me dijo que le había caído bien a Justin
y yo le dije que él también a mí. Al día siguiente por la mañana vino Justin.
Justin: Hola Alexia, cómo estás?-me saludó-
Alexia: Hola Justin, bien, vos?
Justin: Bien y Laura?
Alexia: Está en el baño ya sale
Justin: Bueno-se sentó en la cama de su hermana-
Como Laura y yo no éramos cómplices del robo ni nada por
estilo, estábamos en una celda especial, había una ducha y un baño con pared y
todo. También nuestras familias diariamente nos traían ropa. Estaba pensando
cuando Justin me habló.
Justin: Y, cuántos años tienes?-me miraba fijo-
Alexia: 14 y estoy po cumplir 15, vos?
Justin: 16 y mañana cumplo 17
Alexia: Tenes la misma edad que mi hermano
Justin: Tenes hermanos?
Alexia: Si, dos, más grandes que yo. Y vos?
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